Nos gusta el buen comer. Desde que yo era un niño comer es uno de mis placeres favoritos. Tenemos un bar en Chauchina que hace las delicias de sus vecinos. En el bar trabajan mis abuelos. Todo es gracias a la maestría culinaria familiar y concretamente a las recetas de las abuelas, las cuales nos han enseñado y transmitido, generación tras generación, las recetas de nuestro éxito. 

Uno de nuestros platos estrella es el choto de la abuela.  La gente acude de todos los pueblos de alrededor de Chauchina para probar nuestro choto^[1]. A veces, tenemos tanta demanda que tienen que reservarlo con anterioridad. Además de hacer el mejor plato de choto del lugar, mi abuela tiene un talento especial para hacer los montaditos^[2] de lomo. Ella siempre los aliña al punto y están deliciosos. Tenemos una clientela fija a la que le encanta los montaditos y suelen venir muy a menudo a comer a nuestro bar. 

Nosotros solemos ir a comprar la carne para nuestro bar a un matadero de Láchar. Láchar es un pueblo vecino, muy cerca de Chauchina, situado también en la vega granadina, entre bosques de chopos y huertas fértiles, que producen muchas verduras. El matadero siempre nos ofrece una carne excelente porque somos muy buenos clientes. Como tenemos una carta extensa de platos con carne, compramos mucha, tanto carne de ternera, de vaca (entrecot, chuletón, lomo), como de cerdo (cinta de lomo, solomillo, paletilla^[3], chuletas de aguja y magro de aguja^[4], costillar, panceta o bacon, tocino^[5], papada^[6], codillo^[7], etc.) Del cerdo se aprovecha todo, las manos, los pies, las orejas y la careta, incluida la piel y el morro (la boca de los cerdos). Estas partes del cerdo son muy típicas como plato de tapa.

Siempre elegimos la carne de mejor calidad, si es posible, carne ibérica. Solemos comprar también carne picada, unos cien kilos, porque hacemos nuestros propios embutidos. Nuestros aliños son tan estupendos que, incluso si por error nos equivocamos, aún se pueden vender. Por ejemplo, no es la primera vez que confundimos el pimiento picante con el pimiento dulce cuando aliñamos la carne. Siempre se puede dejar esa carne para hacer embutido y comprar una nueva para el bar. A veces resulta que la carne que está aliñada por error  está tan buena que se vende incluso mucho antes que cualquier otra. El aliño consiste en unos pimientos secos, ajos, ñoras^[8] y otras especies más. No puedo desvelar todo el secreto del aliño aquí, el aliño es un secreto familiar.

Además de tener fama por nuestros productos cárnicos, también hacemos repostería tradicional artesanal. La abuela Guadalupe hace unos borrachuelos malagueños^[9] para el día de San José y para la Semana Santa que están muy buenos. Están hechos a mano con harina, aroma de una cáscara de naranja y anís. Los guardamos en unas grandes ollas para conservarlos mejor, así estos duran crujientes y sabrosos hasta las fiestas de Chauchina, que se celebran en junio. Como están muy bien conservados y realmente ricos los ofrecemos a nuestros clientes con una taza de chocolate en las tardes o incluso para postre.

En verdad a mí me gusta comer más que cocinar. Es por eso que a veces cometo errores. Mi plato preferido son espárragos de la Vega con patatas. El espárrago verde es un producto muy cultivado en la vega granadina junto con otros muchos productos. Es un cultivo de huerta como lo son el tomate y la lechuga. En la vega también se cultivan productos de secano como lo son el maíz, el trigo y la cebada. También hay árboles frutales y cultivo de flores.